Filosofía Educativa
Al comenzar esta carrera no tenía claro a que filosofía educativa debía adaptarme, sin embargo, al llegar a este punto de mi carrera he decidido que deseo llevar a cabo una Pragmatista y Constructivista. El estudiante debe ser el centro de atención en la sala de clases. En la filosofía pragmatista al igual que en la constructivista, el estudiante es uno de aprendizaje activo. Es importante que el estudiante esté constantemente involucrado en la clase y no solo escuchando al maestro. Como establece el filósofo John Dewey “Learning by doing” el aprendizaje ocurre cuando maestros y alumnos participan juntos. Debemos involucrar al estudiante en experimentos y talleres, ayudar a que ellos formen sus propias ideas y conclusiones. Sobre todo, lo más importante es estimular en los estudiantes la curiosidad, si en algún momento nos es posible traer experiencias directas, proveer láminas, audiovisuales, películas, entre otras.
Hoy en día vivimos en una sociedad que constantemente cambia y el ser humano debe aprender a vivir en constante cambio. Debemos desarrollar estudiantes que entiendan que la verdad es cambiante, que las creencias, los valores y los estilos de vida cambian. Los estudiantes deben desarrollar el entendimiento de que en la medida en que las experiencias se reconstruyen nos acomodamos a un mundo cambiante, de esa forma nos vamos educando.
El currículo debe ser una experiencia educativa. Lo más importante son los estudiantes, por lo tanto, el currículo debe partir de los intereses y necesidades de los estudiantes. Además, debemos evitar ser tan rígidos en los requisitos escolares, pues tratamos de fomentar en ellos el pensamiento crítico y las verdades no son absolutas. El grado de dificultad de las lecciones debe estar relacionado a las capacidades del alumno.
Como educadores tenemos un rol de estimulador de pensamiento. Debemos provocarles a los estudiantes unas experiencias únicas en el salón de clase. Debemos orientar al estudiante y facilitarle, que los estudiantes sean los encargados de su aprendizaje. Además, debemos dirigir a los estudiantes hacia la solución de problemas y preparar seres humanos para la vida útil en la sociedad. Cada estudiante es un mundo, por lo que no todos pensarán igual, por esto debemos ceder espacio para validar el punto de vista de cada estudiante. Debemos permitirles a los estudiantes expresarse en la sala de clase, siempre siguiendo el código conducta.
En mi filosofía educativa se pretende desarrollar alumnos que sean capaces de comprender que las teorías no están separadas de la vida. La enseñanza no es solo teórica, sino, que es activa. Los alumnos deben ser creadores de su propio conocimiento. El estudiante en el salón de clase debe ser activo, reflexivo, autentico, social y cooperativo. Espero que mis estudiantes aprendan a solucionar los problemas de la vida real a través del pensamiento crítico y que comprendan que la verdad no es absoluta, sino, que cambia a través del tiempo y de las personas.
